Fortalezas y amenazas del docente tradicional al docente innovador.
Objetivo del foro:
Analizar las fortalezas y amenazas del docente tradicional al docente innovador.
Elementos orientadores para la discusión del Foro:
Convertirse en un profesor innovador implica superar las prácticas pedagógicas tradicionales planteando y llevando a la práctica nuevas propuestas a los problema pedagógicos.
Para poder plantear nuevas propuestas, el docente tendrá que tener además de conocimiento y experiencia acerca de su disciplina, una formación que le habilite para proponer cambios, cambios basados en dotar de herramientas al alumnado que le ayuden en el principio de “aprender a aprender”, así como conocer al grupo al que tendrá que acompañar en su proceso de aprendizaje.
En los sistemas tradicionales el estudiante es un recipiente de información. El profesor decide qué información le da, el estudiante demuestra lo que sabe con un examén para ser recompensado con una nota.
Esta enseñanza está llena de problemas que todos conocemos y nos quejamos: muchos estudiantes desmotivados en las clases, no asimilan bien, no cumplen con ciertas exigencias y reglas que se le
imponen, no asisten, no hacen bien los trabajos, no rinden en los tradicionales exámenes.
Cuando buscamos al culpable siempre aparece el mismo: el estudiante porque no estudia.
El problema se vuelve un círculo vicioso porque repetimos nuestra forma de enseñar y de nuevo encontramos los casos de desastre.
Aunque la administración debe entenderse como apoyo a las actividades académicas innovadoras, no siempre es así, convirtiéndose en la mayoría de las ocasiones en un lastre de burocracia administrativa que implica la pérdida del tiempo que el docente puede dedicar a la investigación o a la innovación.
Al lastre de la burocracia administrativa debemos añadir el conjunto de reformas educativas clásicas ideadas por técnicos de alto nivel y generalmente mal aplicadas a los centros docentes que bombardean la forma de actuar y aplicar los métodos de aprendizaje, hoy son las competencias básicas, mañana serán las “medias” y en un futuro las “super complejas” o vaya usted a saber que fantástico nombre se nos ocurra.
Los niños son como esponjas de conocimientos, procedimientos y actitudes, de tal forma que un docente interesado en cambiar los procesos, transmitirá también a los niños esos deseos.
Si los docentes y las escuelas son innovadoras, conseguiremos alumnos innovadores.
Para poder plantear nuevas propuestas, el docente tendrá que tener además de conocimiento y experiencia acerca de su disciplina, una formación que le habilite para proponer cambios, cambios basados en dotar de herramientas al alumnado que le ayuden en el principio de “aprender a aprender”, así como conocer al grupo al que tendrá que acompañar en su proceso de aprendizaje.
En los sistemas tradicionales el estudiante es un recipiente de información. El profesor decide qué información le da, el estudiante demuestra lo que sabe con un examén para ser recompensado con una nota.
Esta enseñanza está llena de problemas que todos conocemos y nos quejamos: muchos estudiantes desmotivados en las clases, no asimilan bien, no cumplen con ciertas exigencias y reglas que se le
imponen, no asisten, no hacen bien los trabajos, no rinden en los tradicionales exámenes.
Cuando buscamos al culpable siempre aparece el mismo: el estudiante porque no estudia.
El problema se vuelve un círculo vicioso porque repetimos nuestra forma de enseñar y de nuevo encontramos los casos de desastre.
Aunque la administración debe entenderse como apoyo a las actividades académicas innovadoras, no siempre es así, convirtiéndose en la mayoría de las ocasiones en un lastre de burocracia administrativa que implica la pérdida del tiempo que el docente puede dedicar a la investigación o a la innovación.
Al lastre de la burocracia administrativa debemos añadir el conjunto de reformas educativas clásicas ideadas por técnicos de alto nivel y generalmente mal aplicadas a los centros docentes que bombardean la forma de actuar y aplicar los métodos de aprendizaje, hoy son las competencias básicas, mañana serán las “medias” y en un futuro las “super complejas” o vaya usted a saber que fantástico nombre se nos ocurra.
Los niños son como esponjas de conocimientos, procedimientos y actitudes, de tal forma que un docente interesado en cambiar los procesos, transmitirá también a los niños esos deseos.
Si los docentes y las escuelas son innovadoras, conseguiremos alumnos innovadores.
Cabe señalar Claritza, que la secuencia ideal es evaluar para formarnos y poder innovar de tal forma que podamos evaluar los resultados y así mejorar nuestra siguiente experiencia: ese es, en teoría, el ciclo de la innovación educativa. Sin embargo, la realidad de los centros nos demuestra que no es este siempre el caso, ni tiene por qué serlo.
ResponderEliminarNo hay un camino correcto a priori sino que es la particular idiosincrasia del centro quien determina cual debe ser la secuencia de trabajo. En muchas ocasiones una experiencia formativa es el detonante para un proceso de innovación educativa que posteriormente se evalúa para reflexionar y tomar decisiones: la formación en competencias básicas ha sido - en la mayor parte de los casos - un ejemplo de este tipo; en otras ocasiones es el diseño de una actividad educativa innovadora - como el diseño de secuencias didácticas la que hace ver la necesidad de evaluar (el centro, al profesorado, al alumnado o la propia actividad) o de adquirir una formación determinada.
Generalmente nos es complicado valorar nuestros defectos, puesto que estamos por naturaleza a la defensiva de lo que nos dicen o nos critican en algunos casos tomamos nota de lo que no nos favorece pero para ser sinceros son muy pocas, como ya mencioné antes siempre estamos a la defensiva de lo que nos pudieran criticar, poniendo pretextos o disculpando nuestras actitudes y generalmente, si no es que siempre, echamos en saco roto lo que nos dicen acerca de nuestro desempeño y más si se trata de nuestros propios alumnos quienes nos enlistan el sin número de defectos que nos ven consolándonos a nosotros mismo diciendo. “así son los alumnos, siempre nos ven el lado negativo y nunca somos buenos maestros para ellos etc.”
ResponderEliminarCuando en realidad son ellos quienes mejor nos pueden decir nuestras carencias y nuestros aciertos, nuestros defectos y nuestras virtudes, puesto que son ellos quienes se interrelacionan con cada uno de nosotros. Sin embargo se ha detectado que algunas de las debilidades de los docentes son las siguientes:
- Pocos tolerantes
- Exigentes
- Inconforme
- Autoritarios
- Estresados
- presionan demasiado
Clariza a la hora de inovar es importante tener pendiente como docentes cuales cambios son de beneficios para nuestros estudiantes, y cuando nos adentramos màs a las tècnicas y herramientas educativas nos damos cuenta que no es solo implentar nuevas tècnicas los que nos hace falta es usar en su totalidad aquellas que tenemos a mano, ya que lo que sucede es que el educador no ha querido aplicar las tecnicas y herramientas existente, y si tenemos que buscar extrategias para convertirnos en verdaderos guiadores del proceso de enseñanza y aprendizaje.
ResponderEliminarLa innovación debe ser algo más que “aquello nuevo que los profesores hacen en
ResponderEliminarClase, como utilizar ordenadores, hacer debates, etc.”, Innovar es pensar críticamente, Cambiar el contexto participativo por uno mejor. Nos equivocamos, por tanto, cuando concebimos la innovación como el proceso de utilizar las TIC,, mientras seguimos haciendo lo mismo con los nuevos recursos tecnológicos.
Debemos innovar utilizando los logros que van consiguiendo la Pedagogía y la Psicología unidas al uso de las nuevas herramientas tecnológicas. También, debemos tener el deseo de cambio, capacidad inventiva Y buena aptitud para llevar a la práctica lo que planifiquemos, por tanto que los alumnos obtengan un aprendizaje significativo.
El docente innovador es un ente de proyecciones y de ambiciones dirigidas a al desarrollo educativo, es un profesional encaminado a explotación máxima de las capacidades humanas desde las aulas, y para el mundo, y a sabiendas que la mejor manera de expandir los conocimientos es a través de la tecnología de la información y la comunicación este docente innovador, busca y se involucra hasta que aprende y no conformándose con lo que ya sabe lo proyecta y utiliza, pues entiende que ese es el fin la reconstrucción de eso que aprendemos, pues así se convierte en aprendizaje significativo; mas sin embargo el docente tradicional, no es más que ese envase lleno de cosas, que no dejan de ser solo cosas, y que agotan y vuelven gris el conocimiento al punto de no impactar, de no motivar, ni permitir que el estudiante sea elaborador de su propio aprendizaje, como lo cita Freire, en su Pedagogía del Oprimido, convertido en solo un objeto para aprender, no en el sujeto que aprende, pero que a través de nuevas estrategias también puede enseñar y una de ellas es por medios del uso de las Tics.
ResponderEliminarEl educador debe de ser futurístico e innovador y consciente del cambio que necesita nuestra sociedad para un mejor desarrollo.Es por ello que el uso de las tecnologí nos pone el mundo a un click. El decente debe de ser un promotor del constructivimo y dejar deun lado el tradicionalismo brusco.
EliminarPodríamos señalar que una de las mayores dificultades es los docentes tradicionales al momento de innovar se resisten y no se abren a nuevos aprendizajes , mientras que el docente de este tiempo esta mas consiente de el valor que tienen la innovación para un mejor aprendizaje de sus alumnos.
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